Nuestra Fundación
¿Quiénes Somos?
Vida Nueva es una Fundación de derecho privado y sin fines de lucro, constituida el 2 de diciembre de 2009, aprobándose su personalidad jurídica por Decreto Exento del Ministerio de Justicia Nº 697 de 7 de febrero de 2011 e inscribiéndose en el Registro de Personas Jurídicas con el Nº 33416 de 29 de abril del año 2013. La conforman su Presidente (actualmente su fundador), un Vicepresidente y un equipo de consejeros. Nace del anhelo de su fundador, don Cecilio Buneder Facuse, de crear una fundación destinada a ayudar a niños de escasos recursos en el ámbito de la educación.
Sobre el Fundador:
Don Cecilio Buneder nace el 1º de enero de 1920, y comienza a trabajar desde los 19 años en el mundo textil.
Su comuna por más de 70 años fue Recoleta, a la que recuerda con gran cariño. Es por eso que destinó sus primeros aportes a mejoras en diferentes escuelas de dicha Comuna.
Misión
Vida Nueva es una entidad sin fines de lucro, destinada a financiar y facilitar el acceso a la educación de calidad a menores y jóvenes de escasos recursos,. El propósito es facilitar la inclusión de esos menores y jóvenes a la sociedad, de manera que dispongan de las herramientas necesarias para emprender y desarrollarse plenamente en su vida profesional.
Visión
Como Fundación, Vida Nueva aspira a ser una entidad privada constructiva, acogedora e integradora, cuyo legado sea contribuir a una sociedad justa, y más equitativa en cuanto a oportunidades a través de la asistencia en el ámbito educacional a personas y establecimientos de escasos recursos, mediante un aporte efectivo, eficiente y transformador, al servicio de niños y jóvenes vulnerables que no pueden acceder por sus propios medios a una educación de calidad.
Valores
La Fundación se inspira en la excelencia, transparencia e integración; en el valor de la palabra y del compromiso adquirido; en el respeto, empatía y solidaridad;
Historia
Vida Nueva obedece a un anhelo de su fundador, don Cecilio Buneder Facuse, empresario textil cuyos más de setenta años de arduo trabajo le permitieron construir un patrimonio que desde un principio decidió invertir en su país.
La ausencia de hijos y descendientes directos, y la convicción de que la educación es una herramienta y un valor fundamental del ser humano, habían arraigado en su espíritu la vocación de servir a los niños sin recursos, de tal manera que ellos también pudieran recibir una educación de excelencia.
En 2009 y con la ayuda de su sobrino Jaime Buneder Hanna, don Cecilio pudo materializar la creación de la fundación Vida Nueva, inspirada en la oportunidad de efectuar un aporte a la sociedad, que fuera concreto y cuyos frutos no fueran sino la alegría de ayudar en la formación de quienes más lo necesitan.